Piezas de fundición a presión, cilindros, espadas y una gran variedad de cadenas: estos son solo algunos ejemplos seleccionados de los muchos componentes que fabricamos nosotros mismos. Cada uno de nuestros centros de producción en siete países de todo el mundo aporta su experiencia especial a la red internacional de producción de STIHL.
Las máquinas STIHL y sus componentes se fabrican en cuatro continentes de todo el mundo. Cada centro de producción aporta sus competencias para el montaje de máquina y la producción de componentes para la red mundial de producción y distribución. No hay dos plantas iguales. ¿Es eso cierto? Cada centro de producción cumple con los altos estándares de calidad STIHL.
El 90 % de las máquinas STIHL las vendemos fuera de nuestra sede alemana. Es evidente que se trata de una producción internacional. Cuando construimos una nueva planta de producción, tenemos en cuenta muchos aspectos. Uno de ellos es que la producción debe tener lugar lo más cerca posible del mercado, ya que así podemos actuar rápidamente de forma acorde con el mercado y ahorrar rutas de transporte y emisiones de CO2. Por otro lado, las máquinas STIHL se comercializan en 160 países, por lo que una presencia in situ no es rentable y útil en todos los países. Porque la producción también debe ser lo más rentable posible. Esto se consigue, entre otras cosas, agrupando grandes cantidades de componentes en determinados centros de producción.
¿Cadenas? Wil y Bronschhofen en Suiza. ¿Carburadores? Huizhou en China y Santo Tomas en Filipinas. ¿Tapas de las máquinas? Virginia Beach en Estados Unidos. ¿Componentes de magnesio? Weinsheim en Alemania. Muchos de los centros de producción de STIHL se especializan en componentes que posteriormente, y en algunos casos en otros centros, se ensamblan en las máquinas. ¿Qué nos aporta esta especialización? Podemos producir grandes cantidades de piezas de forma económica y garantizar que los componentes más importantes de las máquinas STIHL estén coordinados entre sí y cumplan con nuestros altos estándares de calidad.
Andreas Stihl es un pionero de la globalización. Ya a principios de los años 30, pedían las máquinas STIHL fuera de Alemania. En 1973 se dio el pistoletazo de salida a la red internacional de producción en Brasil. Poco después, STIHL fundó los centros de producción en Brasil, Suiza y EE. UU. En la actualidad, STIHL también está presente en Austria, China y Filipinas. Con la creciente demanda y la ampliación de la cartera de productos, los centros de producción también se han ido ampliando poco a poco. Uno de los miembros más jóvenes de la red de producción es nuestra producción de baterías en la sede de Waiblingen. Un paso más hacia una mayor integración vertical en esta tecnología vanguardista en la sede de Alemania.
En lo que respecta a los productos de gasolina, STIHL está muy por delante de la competencia en términos de integración vertical. ¿Qué pasa con los productos de batería?
MARTIN SCHWARZ: Producimos la mayoría de nuestros productos de batería en nuestra planta de STIHL Tirol, pero también en este segmento estamos ampliando progresivamente la red internacional de producción. Actualmente, por ejemplo, en EE. UU., en China y también en nuestra sede central en Alemania. En 2021, marcamos un nuevo hito tecnológico con unas baterías completamente nuevas; los procesos en serie ya se han desarrollado por completo. Una mayor integración vertical en el segmento de las baterías es una ventaja para nosotros, ya que, por ejemplo, aún nos movemos en un nicho de mercado con la capacidad de carga de corriente elevada. Con este y otros proyectos, reforzamos nuestra rentabilidad, nuestra competitividad y nuestra propia creación de valor.
¿Qué beneficios obtiene el cliente de estos esfuerzos?
MARTIN SCHWARZ: De este modo, los componentes de nuestros productos se adaptan entre sí y armonizan de forma óptima. Nuestros clientes reciben productos duraderos, de alta calidad y, sobre todo, de alto rendimiento, con una relación potencia-peso mínima. Además, no nos basamos en las normas de los proveedores, sino que adaptamos los componentes y los procesos de fabricación a nuestros requisitos en el producto global. Los cambios y las optimizaciones constantes surgen de nosotros mismos, lo que nos permite responder con rapidez y precisión a los deseos de nuestros clientes.
Las raíces de STIHL se encuentran en Alemania, donde la empresa cuenta ya con ocho sedes. Sin embargo, STIHL también está presente internacionalmente en cuatro continentes con centros de producción propios.
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Te llevamos de viaje a nuestro montaje final. Desde el primer tornillo hasta el embalaje: el camino que recorre cada sierra hasta su finalización en nuestra empresa, y cuántos empleados hay detrás de todo ello.